miércoles, 30 de enero de 2008

Los Viajeros

Juan Gil-Albert
Desconocedores del destino que los conduce,
atentos a la llamada del mar que brilla ante sus ojos
como una misteriosa materia anonadadora,
paseánse sumergidos en la fatalidad de su sueño.

Un claro sopor de brasas los envuelve
y les motea los pómulos febriles con un agua de ansiedad.
Van bajo las pálidas palmeras del invencible estío
y las mariposas chinescas les aportan la fugaz ilusión de la lejanía.

Sólo tras muchos años habrán madurado sus infortunios
y desperdigados por la tierra
agonizarán indistintamente en sus rincones oscuros
mientras aquí estos grises ramajes indiferentes
continúan su hastío.

Viajar es ir muriéndose lentamente,
pasando como en ascuas sobre la triunfante melancolía
e ir abandonando lo más inaprensible de nuestras tristezas
en estos lánguidos parajes que nos ignoran
Las Ilusiones
Juan Gil-Albert

5 comentarios:

Ulises dijo...

Estimados contribuyentes.Como bien podeís observar,esta entrada de Higinio hace la número cién!!!.Es hora de felicitarnos por la dedicación prestada a este sinuoso viaje.
Arrieros somos,y en el camino nos encontraremos,y bien es verdad que nos hemos encontrado!!!
El camino prosigue y siguiendo los consejos de Kavafis,cuyo poema da titulo a este blog...:
"...ten siempre a Ïtaca en la memoria.
Llegar allí no es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca."

Un saludo.

Ulises dijo...

Este poema de Juan Gil-Albert,en concreto " Viajar es ir muriéndose lentamente",me trae a la memoria un texto de Quevedo en su obra "los Sueños" y que dice asi:

"y lo que llamáis morir es acabar de morir,y lo que llamáis nacer es empezar a morir,y lo que llamáis vivir es morir viviendo"

Ar Lor dijo...

No conocía ese poema de Quevedo, pero a fe mía, que aprendiéndolo de memoria, soltarlo he, se trate de café o de achicoria.

Ar Lor dijo...

Corregir, "se hable de café o de achicoria"

Gavilán dijo...

¡Extraordinario comentario, Higinio! Un saludo y un abrazo, que hago extensivos a Ar Lor y Ulises.