lunes, 18 de enero de 2010

Por el camino de Swann


Muy pronto podía mi tía mojar en la hirvierte infusión, cuyo sabor de hoja muerta y flor marchita saboreaba, una magdalenita, y me daba un pedacito cuando ya estaba bien empapada.
Por el camino de Swann
Marcel Proust

1 comentario:

Gavilán dijo...

En homenaje a las magdalenas de Bego.