viernes, 5 de febrero de 2010

«Hay otros mundos..., pero están en éste»

Loretta Lux:"The Waiting Girl". Fuente:Lorettalux

«Il y a un autre monde, mais il est dans celui-ci»

«Hay otros mundos..., pero están en éste»

Paul Éluard

2 comentarios:

elena clásica dijo...

¡Viva Paul Éluard mil veces! Su arte arrebatado, su pasión incandescente.
Si me permites, querido amigo, añado este poema del ínclito creador:


Solamente deseo amarte
Una tempestad llena el valle
Un solo pez el río

Te he hecho
A la medida de mi soledad
Todo el mundo para esconderse
Días y noches para comprenderse

Para contemplar en tus ojos
Todo lo que pienso de ti
Y de un mundo hecho a tu imagen

Y las noches y los días gobernados por tus párpados.


¡Bárbaro! Ciertamente hay otros mundos pero están en éste, con palabras como éstas, ya podrá el bueno de Éluard...

Me viene a la memoria el extraordinario documental que sobre la vida de Gala realizó Silvia Munt, amén de mil andanzas y sensaciones vividas con Paul Éluard, de amores y de desamores, recuerdo un episodio hilarante:

Después de años conviviendo juntos, Gala y Dalí recibieron la visita de unos amigos: Paul Éluard y André Breton. En un momento determinado Gala y Paul Éluard se van a otra habitación, desde la que se escucha nítidamente cómo hacen el amor. Breton azorado hasta el límite de lo insoportable juega a las cartas con Dalí, éste percibe la incomodidad de Breton y le dice: "no pasa nada, si son mi mujer y Éluard haciendo el amor".
¡Seguramente ese día, Breton se sintió más convencional de lo que se esperaba!
Bravo por todo ellos.
Besazos.

Ar Lor dijo...

Querida amiga Elena, gracias por tu comentario y... ante comentarios tan bellos y seductores, tienes permiso concedido. El poema que citas de Éluard es precioso y es decir bien poco, es la suerte que tenéis los poetas, que escucháis las palabras de la vida, en dónde los demás sólo oímos rumores.
Y desde luego la frase sobre los mundos, de Paul Éluard, es tan contundentemente literaria que los escritores católicos matarían al obispo de Roma y los anglicanos a la Reina de Inglaterra, porque se les atribuyese y se quedarían tan campantes, pues el asesinato les ha merecido la pena. De los surrealistas, cuando los leí, recuerdo la agradable sensación que me transmitían de que el mundo podía renovarse, de que las mayores locuras eran posibles y de que había un lugar para "los cíclopes de tres patas de los Mares del Sur y para los árboles de pepino y los océanos de vino", que en la época de Münchausen ya lamentaba que hubieran desaparecido.
Disfrutar de un mundo así, sólo es posible en un mundo justo. Y cuando eso ocurra, agradeceremos a los surrealistas que abrieran una de las ventanas del alma humana.
Me gusta tu frase ¡Bravo por todos ellos!
Y bravo por L'Amor che muove il sole e l'altre stelle.¡Bravo por todos ellos!
Un abrazo y un beso, Elena.