jueves, 4 de febrero de 2010

«La mirada furtiva»

 
Desirée Dolron: Xteriors XII (2001-2008)(Detalle). Fuente:desireedolron
 La definición que da V.S. Pritcher del cuento como “algo vislumbrado con el rabillo del ojo”, otorga a la mirada furtiva categoría de integrante del cuento. Primero es la mirada. Luego esa mirada ilumina un instante susceptible de ser narrado. Y de ahí se derivan las consecuencias y significados. Por ello deberá el cuentista sopesar detenidamente cada una de sus miradas y valores en su propio poder descriptivo. Así podrá aplicar su inteligencia, y su lenguaje literario (su talento), al propio sentido de la proporción, de la medida de las cosas: cómo son y cómo las ve el escritor; de qué manera diferente a las de los demás las contempla. Ello precisa de un lenguaje claro y concreto; de un lenguaje para la descripción viva y en detalle que arroje la luz más necesaria al cuento que ofrecemos al lector. Esos detalles requieren, para concretarse y alcanzar un significado, un lenguaje preciso, el más preciso que pueda hallarse. Las palabras serán todo lo precisas que necesite un tono más llano, pues así podrán contener algo. Lo cual significa que, usadas correctamente, pueden hacer sonar todas las notas, manifestar todos los registros.

4 comentarios:

Gavilán dijo...

Las palabras serán todo lo precisas que necesite un tono más llano...
Así es, Ar Lor, así es...
Buena entrada.

Ar Lor dijo...

A los niños cantores les suelen decir que no se masturben, pues les baja un tono la voz. Si quieres escribir con el tono más llano, eyacula antes.
Gracias, Gavilán

Gavilán dijo...

Seguiré tu recomendación, maestro.

elena clásica dijo...

Qué hermosa mirada sobre unos personajes que se van vislumbrando en el horizonte, que requieren su presencia, el narrador cual demiurgo literario tiene una ineludible tare en sus manos, esa primera mirada de reojo, a veces asusta, es la ventana hacia otro mundo, al fin, ¿Tan real como éste? ¿Más real? ¿Trasunto del mismo?
Lo que no deja lugar a dudas es que esos personajes se asoman al del narrador y el narrador mira de reojo hasta que una visión envuelta en nebulosa, se hace más nítica.

Qué sugerente. Fascinante mundo de la creación literaria.

Besazos.