lunes, 29 de marzo de 2010

Don Quijote de la Mancha

Antonio Fuertes. Don Quijote.

Yendo, pues, caminando nuestro flamante aventurero, iba hablando consigo mesmo y diciendo:
-¿Quién duda sino que en los venideros tiempos, cuando salga a luz la verdadera historia de mis famosos hechos, que el sabio que los escribiere no ponga, cuando llegue a contar esta mi primera salida tan de mañana, desta manera?: "Apenas había el rubicundo Apolo tendido por la faz de la ancha y espaciosa tierra las doradas hebras de sus hermosos cabellos, y apenas los pequeños y pintados pajarillos con sus arpadas lenguas habían saludado con dulce y meliflua armonía la venida de la rosada aurora, que, dejando la blanca cama del celoso marido, por las puertas y balcones del manchego horizonte a los mortales se mostraba, cuando el famoso caballero Don Quijote de la Mancha, dejando las ociosas plumas, subió sobre su famoso caballo Rocinante, y comenzó a caminar por el antiguo y conocido campo de Montiel".
Y era la verdad que por él caminaba.

Don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes

1 comentario:

Ar Lor dijo...

Cervantes ya era consciente: ¿Quién duda sino que en los venideros tiempos, (como para no serlo), de que iba a ser inmortal, literariamente hablando.
Su genio literario, no tiene parangón, salvo Shakespeare, en Inglaterra.