domingo, 9 de mayo de 2010

50.000 A. d. C.

Viktor Vasnetsov. La Edad de Piedra. Detalle (1882-1885).
Hace frío en esta mañana neblinosa en que has vuelto al bosque para buscar algo de comida. Hasta que al fin has conseguido enrojecer las peñas con la sangre oscura de un pequeño cervato, ese al que has apedreado sin compasión, pensando en los desmayos de tu estómago. Ahora pruebas su carne entre gruñidos (quieres ceñir, atropelladamente, el hambre que casi nunca te abandona). Yo, escondido, te contemplo, estás en un bosque húmedo y brumoso; pienso en tu sudor, en tu animal mirada que torpemente empieza a comprender, pienso en tu piel pálida que el barro ha ennegrecido, los amuletos de hueso que se aprietan en tus toscos collares, el sufrimiento que cobijas con cueros y zaleas. Y pienso también en todos los hombres que contienes casi por milagro, en los poetas y en las mujeres esbeltas, en los sutiles pintores que se esconden tras tus dedos, en los matemáticos incansables, en los tiranos y en los suicidas, en los santos, en los asesinos, en las dudas que asaltarán a los numerosos hijos que perpetuarán tu estirpe innominada, en todos esos niños que gimen bajo tus endurecidos miembros, que inspiran con sus sollozos tu lucha contra el hambre. Ellos, tan distintos a ti, lo deben todo al cervato que ahora has descabezado, ese que cargas sobre tus hombros firmes y que llevas ahora a una fría gruta, alegremente, sin pensar en estas cosas.

Noticia de tierras improbables
Pedro Ugarte

5 comentarios:

Ar Lor dijo...

"En esas otras cosas", se empezó a pensar más tarde. El mismo libro "Noticia de tierras improbables", es una de esas otras cosas. Y a la vez un bucle maravilloso del que aparentemente, sólo el hombre es capaz de reflejarlo por escrito.
Precioso, Higinio.

J dijo...

En esa incertidumbre se mueve la humanidad como la improbable ventura de un ciervo descabezado.

Bello.

Ar Lor dijo...

Hola J, la "incertidumbre" de nuestro antepasado es "vital", la nuestra es de "autorrealización".
Hemos pasado de la base a la cúspide de la pirámide y podemos sentir lástima por el pobre cervato.
Un saludo

Gavilán dijo...

Podemos soñar con otros mundos. Pero, ¿podremos salvar este? Entre vivir en una cueva o en la última planta de un rascacielos sólo hay un instante de tiempo cósmico, y es seguro que seguimos sin cabeza. Porque no hay ciencia que nos salve de hacernos preguntas sin respuestas, y sólo nos queda mirar al cielo y esperar.

Ar Lor dijo...

De ese cielo al que miramos y esperamos, es posible que arroje alguna sorpresa.
¿Cómo sera el arte, allende las estrellas? (digámoslo al modo dieciochoesco) ¿Y la ciencia? ¡Y la filosofía? La técnica la conoceremos cuando recibamos el mensaje.
Y Gavilán, para muchas preguntas no hay respuestas...y cuando a veces se conoce alguna, cambia la pregunta.