jueves, 27 de mayo de 2010

Entonces, da igual la dirección

Alicia en el País de las Maravillas
Capítulo VI
Cerdo y Pimienta
-Minino de Cheshire-empezó, un poco tímidamente, ya que no sabía si le gustaba que le llamasen así: pero al Gato se le ensanchó la sonrisa.
"Vaya, de momento parece complacido", pensó Alicia, y prosiguió-:¿te importaría decirme, por favor, que dirección debo tomar desde aquí?
-Eso depende en gran medida de adónde quieres ir-dijo el Gato.
-No me importa mucho adónde...-dijo Alicia.
-Entonces, da igual la dirección-dijo el Gato.
-...con tal de que llegue a "alguna" parte-añadió Alicia a modo de explicación.
-¡Ah!, ten la seguridad de que llegarás-dijo el Gato-, si andas lo bastante.
Alicia en el País de las Maravillas
(Alicia ANOTADA
Edición de Martin Gardner
Traducción Francisco Torres Oliver)

Lewis Carroll

5 comentarios:

Carmen López dijo...

Qué maravilloso cuento y qué no menos maravillosa película. Pero me quedo con el cuento.

Mª Angélica de Diego Dawson dijo...

Pues yo tropecientas infinitas veces más. Al igual que la primera vez que lo hice, su recuerdo es tan especial. También yo prefiero el cuento.

Ar Lor dijo...

Sin lugar a dudas, opino igual, el cuento es insuperable. La edición que más me gusta, es esta citada (colecciono ediciones).
Y en cuanto a la película, aguardo al verano, para verla junto con otras más, como Up, pues en esas fechas llegan "mis golondrinas de verano" que no se alimentan de insectos, sino de palomitas.
Un saludo El patio y Mª Angélica

elena clásica dijo...

Qué momento tan interesante escoges, Ar Lor: yo creo que este cuento maravilloso es la vida misma narrada desde un punto de vista simbólico, metafórico, matemático, claro, adopta un tono surrealista.
Cuando uno está en una encrucijada puede tomar la dirección que quiera siempre que sabe dónde quiere ir. Yo creo que aquí también se encierran postulados de la Filosofía hermética...y me encanta.
Besazos, querido Ar Lor.

Ar Lor dijo...

Cuando uno se hace preguntas, aparecen las "encrucijadas". Nuestra vida puede estar llena de ellas, si somos muy "preguntones" y si nos dejamos llevar por la vida, sin tomar nuestras propias resoluciones, no nos diferenciamos de los que no se hacen preguntas. Esta cuestión, es una ¡encrucijada!.
Un beso, Elena