domingo, 2 de mayo de 2010

Séptima : Encantadora

Frederick Goodall. Muchacha egipcia con una flor.

Séptima fue esclava bajo el sol africano, en la ciudad de Hadrumeto. Y su madre Amoena fue esclava, y la madre de ésta fue esclava, y todas fueron bellas y oscuras, y los dioses infernales les revelaron filtros de amor y de muerte. La ciudad de Hadrumeto era blanca y las piedras de la casa donde vivía Séptima eran de un rosa trémulo. Y la arena de la playa estaba sembrada de conchitas que arrastra el mar tibio desde la tierra de Egipto, en el lugar donde las siete bocas del Nilo derraman siete limos de diversos colores. En la casa marítima donde vivía Séptima, se oía morir la franja de plata del Mediterráneo y, a sus pies, un abanico de líneas azules resplandecientes se desplegaba hasta al ras del cielo. Las palmas de las manos de Séptima estaban enrojecidas por el oro, y la punta de sus dedos pintada; sus labios olían a mirra y sus párpado ungidos se extremecían suavemente. Así iba por los caminos de las afueras, llevando a la casa de los sirvientes una cesta de panes tiernos.

Vidas imaginarias
Marcel Schwob

1 comentario:

Ar Lor dijo...

Una esclava, hija y nieta de esclavas en el Paraíso.
¿Puede ser feliz una esclava?