lunes, 26 de julio de 2010

Máximas

François de La Rochefoucauld, siglo XVII. Fuente: Wikimedia Commons.

Por muchos descubrimientos que hayamos hecho en el país del amor propio, siempre quedarán muchas tierras desconocidas.

Esas acciones grandiosas y espléndidas que deslumbran, según los políticos son efecto de grandes designios, pero por lo común tan sólo son efecto del talante y de las pasiones. Así, la guerra de Augusto con Antonio, que se atribuye a la ambición de ambos por llegar a ser dueños del mundo, tal vez no fue más que una consecuencia de la envidia.

Máximas
François de La Rochefoucauld

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