viernes, 17 de septiembre de 2010

¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! ¡Llegaré demasiado tarde!

Alicia en el País de las Maravillas
Capítulo I
En la madriguera del conejo
Oh Dear! Oh Dear! I shall be too late!
¡Ay, Dios mío! ¡Ay, Dios mío! ¡Llegaré demasiado tarde!
Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas
Lewis Carroll

3 comentarios:

elena clásica dijo...

Ay, Dios Mío, eso es lo que yo estaba pensando antes de reencontrarte. Es que ya no podía vivir más sin mi amigo, el de la dulce magia y la brillante originalidad, el que ama el arte.
Tiempo de dulce y prolongada indolencia veraniega el mío, ay Dios mío, pero yo te echaba de menos y pensaba en que llegaría demasiado tarde... y aquí estabas.

Gracias sean dadas a tu existencia, mi querido Ar Lor.
Recibe un gran abrazo.

Ar Lor dijo...

Queridísima Elena, vuelve tu voz de dulce encanto a embriagar mis oídos.
(Con permiso de Paris). Un largo beso de sesenta días y sesenta noches.

Carla Tormenta dijo...

Nunca es tarde si paramos los relojes a tiempo.

Abrazos