sábado, 23 de octubre de 2010

ENTUSIASMO

Bertrand Russell, en 1940. Fotografía de Peter Stackpole.

Las variantes del interés son innumerables. Recordemos que Sherlock Holmes recogió un sombrero que se encontró en la calle. Después de examinarlo durante un momento, comprendió que su poseedor se había caído a consecuencia de una borrachera y que su mujer iba perdiéndole el cariño que le tuvo. La vida no puede ser aburrida para quien los objetos casuales ofrecen tal riqueza de interés. Pensemos en las distintas cosas que pueden llamar nuestra atención durante un paseo por el campo. A unos les pueden interesar los pájaros, a otros la vegetación, a éstos la agricultura, a aquéllos la geología, etc. Cada una de tales cosas se hace interesante en cuanto nos interesa, y como a todo lo demás le ocurre lo propio, el que se interese por algo está mejor adaptado al mundo que aquel a quien no le preocupa nada.

La conquista de la felicidad
Bertrand Russell

2 comentarios:

circulos3 dijo...

Precioso. La calidad de la mirada. La atención es el secreto de la felicidad.

Higinio dijo...

Tienes razón, amigo Circulos3. La clave es la atención, como bien dices. La atención que se presta a las cosas. El interés por las cosas.

El traductor de "La conquista de la felicidad" de Russell, dice en una nota sobre la palabra inglesa zest, que él traduce como entusiasmo, lo siguiente:
"La palabra inglesa zest no tiene equivalente en nuestra lengua. La traducimos a lo largo de este capítulo con diferentes palabras sinónimas".

Un fuerte abrazo,amigo Circulos3.
Tu blog es precioso.