viernes, 8 de octubre de 2010

Por falta de palabras...

Fuente imagen:vi.sualize
POR FALTA DE PALABRAS…
Érase una vez un muchacho y una muchacha. El muchacho tenía dieciocho y la muchacha dieciséis. Él no era notablemente apuesto y ella no era especialmente bella. Eran solamente un ordinario muchacho solitario y una ordinaria muchacha solitaria, como todo lo demás. Pero ellos creían con todo su corazón que en algún lugar del mundo vivía el muchacho 100% perfecto y la muchacha 100% perfecta para ellos. Sí, creían en el milagro. Y ese milagro sucedió.
Por falta de palabras
Haruki Murakami

5 comentarios:

Carmen López dijo...

Los 18 años y los 16 años son edades perfectas para que acontezca ese tipo de milagro.

Ar Lor dijo...

Y es que a esa edad se cree en ellos. Y muchos más años después, también ocurre es tipo de milagros, pero ya no se cree en ellos.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

¿Cómo que no?


El espacio entre los dos
resbaló
como harina entre los dedos.
Ya sólo en el mundo
un lugar habitado
-tú y yo.
Tu cuerpo refugiado
en mis manos.
Mis ojos
disueltos en tu mirada,
y la húmeda rama de tu voz
palpitando
su sombra en el silencio,
la última traza de lumbre
se extinguió bajo el alero.
Ya sólo chocaron tu cuerpo y el mío
como dos pedernales.
Al amanecer me sorprendí
de que respiraras todavía.

Roberto Obregón


Besos

ANTONIO MARTÍN ORTIZ. dijo...

Amigo Ar Lor,

Preciosa descripción la que nos presentas en ÍTACA, Por falta de palabras, de Haruki Murakami, de lo que es el enamoramiento y la concepción de la Realidad. Resulta que, como bien decía el Griego Protágoras, el hombre es la medida de todas las cosas. Y, me digo yo, las cosas no son lo que son, sino lo que son para nosotros. ¿Qué más da que el muchacho sea apuesto o no lo sea, y que la mucha sea hermosa o no lo sea: lo importante es que que lo sean el uno para la otra y la otra para el uno. El mundo no es lo que es, sino lo que es para nosotros. Dios existe para los que creen en él, y deja de existir para los que no creen en él.

En relación al comentario que haces en mi blog sobre los Cartutxos de Réquiem, tengo que decirte que espero que próximamente tengáis noticias de la Cruzada que estamos preparando en defensa de los Valores Fundamentales del Ser Humano. Para aperitivo, podría valer esta frase:

¡Abajo los que viven honestamente y vivan los que tienen una vida licenciosa y depravada! En realidad son los únicos que viven bien.

Amigo Ar Lor, serás de los primeros en enterarte de la Cruzada que se está gestando, salvo que el proyecto se aborte o a alguien se le ocurra tomar la píldora del día después.

Te envío un abrazo,

Don Antonio (y el resto de Cruzados)

elena clásica dijo...

Maravilloso texto, lleno de magia, hay momentos incomprensibles, llenos de poesía que valen la vida entera, segundos inexplicables que le dan sentido a todo.
Tabién me gustó lo que dijiste, querido Ar Lor, siguen existiendo después de esa edad los milagros, ¿seguro que ya no se cree en ellos?

Ah, Violeta Parra:

"es como un diamante fino,
que alumbra mi alma serena...

Lo que puede el sentimiento
no lo ha podido el saber,
ni el más claro proceder
ni el más ancho pensamiento,
todo lo cambia el momento
cual mago condescediente
nos aleja dulcemente
de rencores y
violencias,
sólo el amor con su ciencia
nos vuelve tan inocentes...

de par en par la ventana
se abrió como por encanto
entró el amor con su canto
como una tibia mañana,
al son de bella diana
hizo brotar el jazmín
volando cual serafín
al cielo le puso aretes,
mis años son diecisiete
los convirtió el querubín...

Ay...
Bella Violeta.
Por cierto bello el poema también que trae Roberto Obregón de la mano de Carmensabes.

Besazos, querido Ar Lor.