martes, 12 de octubre de 2010

Sobre las mujeres

Gregorio Sciltian. (1900-1985). Senza titolo, 1978.

1940
31 de agosto

No hay una idea más tonta que creer que se conquista una mujer ofreciéndole el espectáculo del propio ingenio. El ingenio no se corresponde en esto con la belleza por la sencilla razón de que no provoca excitación sensual; la belleza, sí. Todo lo más, se la puede conquistar de esta manera cuando el ingenio parezca una manera de adquirir poder, riqueza, consideración -valores de los que la mujer que se dejase conquistar gozaría de manera refleja. Pero el ingenio, como estupenda máquina que se mueve desinteresadamente, deja indiferente a cualquier mujer.
Verdades que no deberías olvidar.

6 de septiembre

En cuestión de amores, no se toleran más que los propios.

Traducción de Ángel Crespo

El oficio de vivir
Cesare Pavese

5 comentarios:

Carmen López dijo...

Discrepo.

Mariàngela Vilallonga dijo...

Poca autoestima, la de Pavese.

Higinio dijo...

Pavese tiene razón. El ingenio no conquista mujeres. Lo que no es óbice para que se enamoren de un intelectual.
Es el caso de Marina Castaño con Cela, Marilyn Monroe con Arthur Miller, María Kodama con Borges y Blanca Andreu con Benet, etcétera.
Casos de enamoramiento todos ellos en los que existe una gran diferencia de edad.
Y afirmo, intuitivamente, y pongo la mano en el corazón, que el ingenio del varón no ha sido decisivo en la "conquista" de ninguna de esas mujeres.

Las causas del amor son otras.La belleza, el encanto, la ternura, todas aquellas cosas que tengan que ver con la sensualidad.

Un fuerte abrazo, amigas El Patio y Mariàngela

Mariàngela Vilallonga dijo...

Yo no pondría la mano en el fuego, querido Higinio...

Higinio dijo...

Recojo tu consejo, amiga Mariàngela.
No arriesgaré mi mano en el fuego.
Y creo que me acerco a la postura de El Patio y la tuya propia de no estar de acuerdo con Pavese.

Acaso, no hay alumnos que se enamoran de sus profesores. Debemos suponer que aunque no decisivo influye su "ingenio".

Bien pensado el amor es ciego y se abre paso en todas las direcciones, incluso las más insospechadas.

Un fuerte abrazo, amiga Mariàngela.