viernes, 26 de noviembre de 2010

La moral

Arthur Schopenhauer, 1876. Grabado anónimo. Fuente: Wikimedia.

No se enseña la virtud como no se enseña el genio. La idea que se tiene de la virtud es estéril y no puede servir sino de instrumento, como en las cuestiones de arte los saberes técnicos. Esperar que nuestros sistemas de moral y nuestras éticas lleguen a hacer nacer personas virtuosas, nobles y santas, es cosa tan insensata como imaginar que nuestros tratados de estética puedan producir poetas, escultores, músicos y pintores.

Los dolores del mundo
Arthur Schopenhauer

1 comentario:

Francesc Cornadó dijo...

Los grandes virtuosos así como los grandes viciosos no parecen tener cabida en nuestra sociedad. Prosperan aquellos que son un poquito virtuosos y se admira a los que tienen pequeños vicios.
La mediocridad es el mejor mecanismo para la supervivencia, o si no, que se lo pregunten al gen inmortal.

Salud
Francesc Cornadó