miércoles, 29 de diciembre de 2010

Sed de sangre

Joanna Bourke. Sed de sangre. Editorial Crítica.

El acto característico de los hombres en guerra no es morir sino matar. Para los políticos, los estrategas militares y muchos historiadores, la guerra quizá sea una cuestión de conquistar territorio o de luchar por recuperar el honor nacional, pero para el hombre en servicio activo una confrontación bélica implica la matanza lícita de otras personas. Su peculiar importancia deriva del hecho de que tal acción no es homicidio, sino un derramamiento de sangre sancionado, que las autoridades civiles de más alto nivel legitiman y la enorme mayoría de la población aprueba.

Sed de sangre
Joanna Bourke

2 comentarios:

Carmen López dijo...

Así es. Sólo desde la distancia somos capaces de llamarlos crímenes de guerra, pero ya es demasiado tarde.

Higinio dijo...

La guerra es el mayor desastre que puede ocurrir en un país. Ataques o te ataquen. Tengas razón o la tengan tus enemigos.

Un fuerte abrazo, amiga El patio.