viernes, 21 de enero de 2011

Caminatas

Robert Louis Stevenson. Pintura de John Singer Sargent.

Recordemos cómo Burns, nombrando pasados placeres, se detiene sobre las horas en las que ha sido "feliz pensando". Es una frase que puede dejar perplejo a un pobre moderno, amarrado por todos lados a relojes y tañidos de campanas y obsesionado, incluso de noche, por flameantes esferas. Pues estamos tan ocupados y tenemos tantos proyectos lejanos que realizar y tantos castillos en el aire que convertir en sólidas mansiones habitables sobre un suelo de arenas, que no podemos encontrar tiempo para viajes de placer por la Tierra del Pensamiento y entre las Colinas de la Vanidad. Cambiados están los tiempos, verdaderamente, cuando tenemos que sentarnos toda la noche ante el fuego mano sobre mano; y es un mundo cambiado para la mayor parte de nosotros cuando descubrimos que podemos pasar las horas sin disgusto y ser felices pensando. Tenemos tanta prisa por hacer, por escribir, por acumular bienes, por hacer audible nuestra voz un momento en el burlón silencio de la eternidad, que olvidamos aquella cosa de la que éstas forman parte, es decir, vivir. Nos enamoramos, bebemos mucho, corremos arriba y abajo sobre la tierra como una oveja aterrorizada. Y ahora tenemos que preguntarnos, cuando ya lo hemos hecho todo, sino hubiera sido mejor sentarse en casa junto al fuego y ser felices pensando.

Traducción de Mary Sol de Mora

Virginibus Puerisque y otros escritos
Robert Louis Stevenson

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Cuando llega, quizás por sorpresa, un instante de felicidad nos pilla con cara de bobos.

Salud
Francesc Cornadó

Higinio dijo...

Tienes razón, amigo Francesc. Aunque explicar con precisión la felicidad es tan difícil que no dudo que, en ocasiones, hemos sido felices sin saberlo.

Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.