lunes, 10 de enero de 2011

Los libros misteriosos

Vicente Perachio. Libros y botella de Murano.

Leer un libro es un conversar, y en la lectura, como en una conversación, debemos estar dispuestos a entender a quien habla con nosotros, dispuestos a oír aquello que se nos quiere decir. Es una suerte encontrar un conversador sensato, que nos regale la alegría y el deleite de la sabiduría: entonces quisiéramos que la conversación no acabara nunca. Así ocurre con los buenos libros. ¿Quién no ha leído uno de esos libros que quisiéramos que nunca terminara? Cuando leemos un libro así, ponemos una señal en la página donde abandonamos la lectura, no por ganas de dejar de leer sino para guardar algo para el día siguiente, y cerramos el libro con el deseo imposible de que le nazcan hojas nuevas durante la noche.

Los libros misteriosos
Justo Navarro

3 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Aunque los descubramos, los misterios de los libros permanecen en sus páginas y en nuestro magín.

Salud

Francesc Cornadó

Cosquillas dijo...

Lo mejor de los libros misteriosos es que seguimos descubriendo sus secretos aún después de haberlos leído ya hace mucho tiempo...

Higinio dijo...

Como dijo Borges: "el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación".
En los libros está todo. Aventuras, viajes, historias, etcétera.
Que perduren los libros por los siglos de los siglos.

Un fuerte abrazo, amigos Cosquillas y Francesc Cornadó