sábado, 1 de enero de 2011

Notas para una definición del lector ideal

Alberto Manguel. Fotografía de Isolde Ohlbaum.

El lector ideal no reconstruye una historia: la recrea.
El lector ideal no sigue una historia: toma parte en ella.
El lector ideal posee una capacidad ilimitada para el olvido. Puede apartar de su memoria el conocimiento de que el Dr. Jekyll y el señor Hyde son la misma persona, de que a Julien Sorel le cortarán la cabeza, de que el nombre del asesino de Roger Ackroyd es Fulano de Tal.
El lector ideal no está interesado en los escritos de Brett Easton Ellis.
Después de cerrar el libro, el lector ideal siente que si no lo hubiera leído el mundo sería más pobre.
Al lector ideal le gusta usar el diccionario.
El lector ideal juzga un libro por su portada.
Cada libro, bueno o malo, tiene su lector ideal.
El lector ideal desea llegar al final del libro y a la vez saber que el libro jamás terminará.
El lector ideal es el personaje principal de la novela que está leyendo.

Nuevo elogio de la locura
Alberto Manguel

2 comentarios:

Cuatropuntos dijo...

El lector ideal es como el personaje del Dr. Jeky y Mr. Hyde. Sólo que aquí (frente al libro y la escritura) Mr. Hyde es el creativo.

Higinio dijo...

El doctor Jekyll y el señor Hyde representan el bien y el mal.
Me gusta esa idea de que Hyde (el mal)sea, en cambio, el lado creativo.


Un fuerte abrazo, amigo Cuatropuntos.