sábado, 26 de febrero de 2011

Vida y otras dudas

«¡Oh, santísima escritura, cuán vulgar y jodido oficio eres!»
 Vida y otras dudas
(Traducción de Jorge Giménez Bech) 
Anjel Lertxundi

2 comentarios:

Higinio dijo...

Lertxundi tiene razón. Aunque santifica la escritura, no deja de reconocer que el oficio de escribir es como cualquier otro oficio, con sus inconvenientes y sus placeres.


Un fuerte abrazo, amigo Ar Lor

Ar Lor dijo...

Salvo que el escritor y escritora esperan la inmortalidad de sus nombres por su trabajo,cosa muy difícil de suponer en un peón caminero. Por otra parte es uno de los oficios más jodidos del mundo y como entre los fontaneros, la competencia de los "manitas" es bestial. La cisterna los tres primeros días no pierde pero al cuarto...no deja dormir.
Desde siempre ha sido así y no se ve en el horizonte ningún motivo que pueda cambiar esta situación.
El "auténtico" o la "auténtica" lo han tenido y lo tienen muy crudo, sino desfallecen, que es a lo que lleva la conciencia de tener talento y si acaban algo decente, lograrán, quizás cuando ya no les importe, el tan ansiado reconocimiento.