lunes, 7 de marzo de 2011

Cuadernos de notas a las 'Memorias de Adriano'

Marguerite Yourcenar, fotografiada por Irmeli Jung.

Es necesario sumergirse en los recovecos de una persona para descubrir las cosas más simples, y del interés literario más general. Sólo con estudiar a Flegón, secretario de Adriano, supe que se debe a este personaje olvidado la primera y una de las más bellas historias de aparecidos, esa sombría y voluptuosa Novia de Corinto en la que se inspiraron Goethe y el Anatole France de las Bodas corintias. Flegón, además, escribía con la misma tinta y con la misma curiosidad desordenada por todo aquello que transcendiera los límites de lo humano absurdas historias de monstruos con dos cabezas, de hermafroditas en trance de parir. Tal era, por lo menos en ciertos días, el tema de conversación en la mesa imperial.

El hombre más apasionado por la verdad, o al menos por la exactitud, es por lo común el más capaz de darse cuenta, como Pilatos, de que la verdad no es pura. Por tanto, que las afirmaciones más directas van mezcladas con dudas, réplicas, rodeos que un espíritu más convencional no tendría. En ocasiones, aunque no a menudo, me asaltaba la impresión de que el emperador mentía. Y por qué no permitírselo, como hacemos todos nosotros.

Traducción de Marcelo Zapata

Cuadernos de notas a las 'Memorias de Adriano'
Marguerite Yourcenar

2 comentarios:

AlsurdeGranada dijo...

"Mucho leí durante aquel periodo.(a la muerte de Antinoo) Había convencido a Fregón para que compusuera con el nombre de Olimpiadas, una serie de crónicas que continuarían las Helénicas de Jenofonte y que terminarian en mi reino; plan atrevido, en cuanto convertía la inmensa historia de Roma en una simple continuación de la de Grecia. El estilo de Frenón es enojosamente seco, pero de todas maneras vale la pena reunir y dejar sentados los hechos".

DISCIPLINA AUGUSTA
mEMORIAS DE ADRIANO

Higinio dijo...

"Memorias de Adriano" es una novela cincelada para perdurar. No es una novela que se pueda leer de corrido,
el estilo de Yourcenar obliga al lector a detenerse y paladear lo leído. Y quien guste de subrayar los libros ha encontrado en "Memorias de Adriano" una mina.

Un fuerte abrazo, amigo AlsurdeGranada.