Acá no somos libres. Debemos dejar la más inaplazable ocupación para correr tras los espejos cuando ustedes van a mirarse. Nos toca sonreír falsamente, excoriar la piel, improvisar el llanto, ejecutar los movimientos más absurdos... todo para no decepcionarlos o asustarlos, para alimentar su vanidad, para corroborar diagnósticos, para que no los acusen de locos.
Convicciones y otras debilidades mentales
Guillermo Bustamante Zamudio
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2 comentarios:
Hay espejos que deforman la realidad, son los de superficie curva, el espejo elíptico, el hiperbólico y el parabólico. En ellos te reflejas y no te reconoces o te entran ganas de reir. Hay otros espejos inmateriales que también deforman, son el espejo del tiempo que todo lo degrada y lo envejece; el espejo perverso que es aquel que deforma y modifica la realidad debido a las calumnias circulantes, las malas interpretaciones, las mentiras; y el espejo roto que es aquel que, en cada uno de sus fragmentos refleja un aspecto parcial de la realidad.
Salud
Francesc Cornadó
Amplio catálogo de espejos muestra tu comentario, amigo Francesc.
Cada uno con su particularidad.Y de entre todos ellos al único que temo es al "perverso". Lleno de "calumnias, malas interpretaciones y mentiras".
Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.
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