miércoles, 6 de abril de 2011

Hablo de la ciudad

Alexei Butirskiy. Amo París.

novedad de hoy y ruina de pasado mañana, enterrada y
resucitada cada día,
convivida en calles, plazas, autobuses, taxis, cines, teatros,
bares, hoteles, palomares, catacumbas,
la ciudad enorme que cabe en un cuarto de tres metros cuadrados
inacabables como una galaxia,
la ciudad que nos sueña a todos y que todos hacemos y
deshacemos y rehacemos mientras soñamos,
la ciudad que todos soñamos y que cambia sin cesar mientras la soñamos,
la ciudad que despierta cada cien años y se mira en el espejo de una palabra y no se reconoce y otra vez se echa a dormir,
la ciudad que brota de los párpados de la mujer que duerme a mi lado y se convierte,
con sus monumentos y sus estatuas, sus historias y sus leyendas,
en un manantial hecho de muchos ojos y cada ojo refleja el mismo paisaje detenido,
antes de las escuelas y las prisiones, los alfabetos y los números, el altar y la ley:

(Fragmento)

Árbol adentro
Octavio Paz

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Cada día podemos enterrar las ruinas, pero quedan, sin embargo, restos de cimientos enterrados y sobre ellos edificamos la ciudad en nuestra mente. Recluimos un urbanismo inmenso entre los muros de nuestras creencias y nos parece inmenso. Trazamos avenidas suntuosas entre dos encrucijadas, entre el sueño y la emoción, y nos parecen suntuosas, pero los edificios de estas avenidas serán ruinas mañana pues ensoñaciones y emociones ceden ante el arte y la razón. Construimos palacios de invierno en nuestro pensamiento, son palacios enormes pues enorme nos parece nuestra imaginación, pero el invierno acaba con el equinoccio de primavera y alguien toma aquel palacio de invierno sin esperar a septiembre.
Salud
Francesc Cornadó

Higinio dijo...

Exquisito comentario. Singular y gozoso.

Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.