sábado, 16 de abril de 2011
Minotauro en Cnosos
Los jóvenes de Creta tenían cintura
estrecha y caderas redondas. El Minotauro
bramaba en el Laberinto también por ellos.
Sabiduría, Ariadna, de los sentidos de Pasifae,
que espumó imágenes bestiales con el toro
surgido como Venus del Mar.
Pero el arte, los útiles del hombre, los signos
refinados de una vida civilizada
son vuestros, cretenses, no hay muerte.
Pero ya no hay nadie que acuchille
al monstruo de Cnosos, y en el mercado
de Heraclea confuso y sucio de Oriente
no hay nada que se parezca
a la Grecia de antes de Grecia.
Traducción de Carlo Frabetti
Minotauro en Cnosos
Salvatore Quasimodo
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