domingo, 28 de agosto de 2011

La aurora boreal

Harald Moltke. Aurora boreal

Las auroras boreales, finísimas cortinas de pálida luz que parecen ondular sobre los cielos árticos, en parte resultan cautivadoras debido a su modestia. "Es imposible contemplar sin respeto tan hermoso fenómeno -escribió Robert Scott, el explorador antártico británico- y sin embargo este sentimiento no está inspirado por su brillo, sino más bien por la delicadeza de su luz y colores, por su transparencia y, sobre todo, por la tremolosa vaporosidad de sus formas. No se trata de un centelleante resplandor que deslumbra la mirada, como se ha dicho con demasiada frecuencia; sino, más bien, de la seducción del contenido totalmente espiritual que sugiere..."

Muchas personas afirman que la aurora boreal produce un sonido, un siseo ahogado o "un silbido y un chasquido, como una gran bandera agitada por un fuerte vendaval", según la descripción del explorador Samuel Hearne. Y algunos esquimales dicen que "las luces" se acercan cuando se las llama con un suave silbido. Las auroras boreales provocan con frecuencia sentimientos de admiración y ternura; pero el efecto más notable que parecen tener es sacudir emocionalmente al observador y obligarle a mirar hacia fuera, porque proyectan el firmamento en una tercera dimensión de una escala tan vasta y tan bella, que la emoción de la autocompasión resulta imposible en su presencia.

Traducción de Mireia Bofill

Sueños Árticos
Barry Lopez

2 comentarios:

María Eugenia Rojas Alegría dijo...

Buenas tardes:

De pronto entre en este Blog y me ha encantando, cuanto estoy aprendiendo. FELICIDADES!, cada escapada que tenga seguro pasaré a visitarlo.

Un saludo,

Mau

Higinio dijo...

Gracias por tu amable comentario. Los contribuyentes que hacemos el blog te lo agradecemos.
Sé bienvenida.

Un fuerte abrazo, amiga Maria Eugenia.