miércoles, 14 de marzo de 2012

El libro del desasosiego

Carl Spitzweg. Claro de luna en un pueblo.

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Quien ha cruzado todos los mares ha cruzado tan sólo la monotonía de sí mismo. Ya he cruzado más mares que todos. Ya he visto más montañas que las que hay en la tierra. He pasado ya por ciudades más que existentes, y los grandes ríos de ningunos mundos han fluído, absolutos, bajo mis ojos contemplativos. Si viajase, encontraría la copia débil de lo que ya había visto sin viajar.
En los países que visitan los demás, los visitan anónimos y peregrinos. En los países que he visitado, he sido, no sólo el placer oculto del viajero desconocido, sino la majestad del rey que allí reina, y el pueblo cuya costumbre allí habita, y la historia entera de aquella nacion y de las demás. Los mismos paisajes, las mismas casas, yo los he visto porque los he sido, hechos en Dios con la substancia de mi imaginación.

Traducción de Ángel Crespo

El libro del desasosiego
Fernando Pessoa

4 comentarios:

Aurantia dijo...

Parece que ¿la sustancia de la imaginación procura más placeres y llega siempre más lejos que la vida? Una prueba confirmatoria de la insatisfacción vital podría encontrarse en estos versos del "Ulises" de Tennyson
No encuentro descanso al no viajar; quiero beber
la vida hasta las heces. Siempre he gozado
mucho, he sufrido mucho, con quienes
me amaban o en soledad; en la costa y cuando
con veloces corrientes las constelaciones de la lluvia
irritaban el mar oscuro. He llegado a ser famoso;
pues siempre en camino, impulsado por un corazón hambriento,
he visto y conocido mucho: las ciudades de los hombres
y sus costumbres, climas, consejos y gobiernos,
no siendo en ellas ignorado, sino siempre honrado en todas;
y he bebido el placer del combate junto a mis iguales,
allá lejos, en las resonantes llanuras de la lluviosa Troya.
Formo parte de todo lo que he visto;
y, sin embargo, toda experiencia es un arco a través del cual
se vislumbra un mundo ignoto, cuyo horizonte huye
una y otra vez cuando avanzo.

Saludos y gracias siempre por esa literatura que nos regalas

Higinio dijo...

Hermosísimo poema el que nos entregas en tu comentario. Y, como bien dices, nada hay más poderoso que la imaginación. Sin embargo, el mundo alberga tantas sorpresas y enigmas como para ocupar mil vidas.

Un fuerte abrazo, amiga Aurantia.

Francesc Cornadó dijo...

No existe un límite definido entre el paisaje real por donde crecen las pitas y el territorio de la imaginación por donde crecen los seres que viven en nuestro interior, todo es lo mismo, y todo se rinde ante la belleza.
Salud
Francesc Cornadó

Higinio dijo...

Los poetas nos dicen que las cavernas fueron hechas por gigantes y otros seres misteriosos. Los científicos afirman que fueron hechas por una gota de agua. La belleza de las cavernas nadie la pone en entredicho y científicos y poetas, como bien dices, se rinden ante la belleza.

Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.