martes, 10 de julio de 2012

La vuelta del maestro

Huang Ming. Viejo monasterio.

Desde sus primeros años, Migyur -tal era su nombre- había sentido que no estaba donde tenía que estar. Se sentía forastero en su familia, forastero en su pueblo. Al soñar, veía paisajes que no son de Ngari: soledades de arena, tiendas circulares de fieltro, un monasterio en una montaña; en la vigilia, estas mismas imágenes velaban o empañaban la realidad.
A los diecinueve años huyó, ávido de encontrar la realidad que correspondía a esas formas. Fue vagabundo, pordiosero, trabajador, a veces ladrón. Hoy llegó a esta posada, cerca de la frontera.
Vio la casa, la fatigada caravana mogólica, los camellos en el patio. Atravesó el portón y se encontró ante el anciano monje que comandaba la caravana. Entonces se reconocieron: el joven vagabundo se vio a sí mismo como un anciano lama y vio al monje como era hace muchos años, cuando fue su discípulo; el monje reconoció en el muchacho a su viejo maestro, ya desaparecido. Recordaron la peregrinación que habían hecho a los santuarios del Tibet, el regreso al monasterio de la montaña. Hablaron, evocaron el pasado; se interrumpían para intercalar detalles precisos..
El propósito del viaje de los mogoles era buscar un nuevo jefe para su convento. Hacía veinte años que había muerto el antiguo y que en vano esperaban su reencarnación. Hoy lo habían encontrado.
Al amanecer, la caravana emprendió su lento regreso. Migyur regresaba a las soledades de arena, a las tiendas circulares y al monasterio de su encarnación anterior.
 
Tomado del libro Cuentos breves y extraordinarios, de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares

Místicos y Magos del Tibet
Alexandra David-Néel

2 comentarios:

Marta Ortiz dijo...

Hola Higinio,
ayer visitaba a un amigo y mirando su biblioteca encontré Místicos y Magos del Tibet. Él no sabía lo que tenía, lo había traído de otra biblioteca recibida en herencia por otra amiga antes de que la vendiera en bloque. El libro vino volando de mano en mano hasta mis manos, porque yo sí sé de qué se trata. Los magos de Tibet son muy magos.

Higinio dijo...

El libro "Místicos y Magos del Tibet" está ahora en las mejores manos, en manos que saben apreciarlo. La magia de los magos del Techo del Mundo es poderosa y, sin ninguna duda, a tu favor.

Un fuerte abrazo, amiga Marta.