viernes, 26 de abril de 2013

Calcedonia

Henry Winzenried. Pompeya.

FINALMENTE los romanos eran
como yo: amaban
los lugares en que grandeza
y soledad
caminan de la mano.

Traducción de José Luis García Martín

Calcedonia
Eugénio de Andrade

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Puedo caminar entre la grandeza pero siempre la voz del gusanillo me recuerda mi soledad.
Salud
Francesc Cornadó

Higinio dijo...

Buscar la soledad puede ser maravilloso y necesario en muchos momentos, pero si es ella la que te encuentra estás perdido.

Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.