jueves, 9 de mayo de 2013

El círculo

Alexander Mann. El camino solitario.

El mundo es finito, el mundo es redondo, el mundo es cerrado, cerrado sobre Vasili Mijaílovich.
A los sesenta años la pelliza es pesada, los peldaños empinados, y el corazón está día y noche contigo. Había andado mucho, sin parar, de montaña en montaña, junto a lagos brillantes, junto a islas claras, con pájaros blancos sobre la cabeza, con serpientes abigarradas bajo los pies, y finalmente había llegado aquí, se encontraba aquí, un lugar sombrío y perdido. El cuello de la camisa le ahogaba, la sangre circulaba roncamente. Aquí eran los sesenta años.

Traducción de Josep Maria Güell

Fuego y polvo
Tatiana Tolstoi

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

A los sesenta años ya has dado la vuelta a la curva cerrada y plana y te has dado cuenta que no hay un centro que equidiste de todos los puntos del camino que has ido recorriendo.
Salud
Francesc Cornadó

Higinio dijo...

Tan importante como la meta es el camino. Que no nos falten las ansias de seguir..., incordiando.

Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.