viernes, 31 de mayo de 2013

Los demasiados libros

Ilustración de Gregorio Sciltian.

Se puede tener renombre de escritor sin haber escrito un libro, o, en caso de haberlo escrito, sin que se venda, o, en caso de que se venda, sin que se lea, o, en caso de que se lea, sin que nada cambie. Se puede vender mucho sin tener renombre. O se puede influir mucho sin haber escrito. Se trata de una constelación de fenómenos próximos, pero distintos.
Y todo está por estudiarse. ¿Sirve realmente la "poesía comprometida? ¿Daña realmente la literatura pornográfica? Los suicidas wertherianos, de no leer el Werther, ¿se hubieran suicidado? La lectura de Marx, ¿produjo el 26 de julio en Cuba? La lectura de los evangelios, ¿produjo el bombardeo de Hiroshima?

Creer en los libros como medios de acción o no creer es ante todo eso: creer o no creer.

Los demasiados libros (1996)
Gabriel Zaid

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Magnífico texto. Creo que hay que aplicar criterios muy, muy, muy selectivos. Al final te quedas con Horacio, Dante, otros clásicos y muy pocas cosas más, tan pocas que se pueden contar con los dedos de una oreja. A propósito transcribo
el opúsculo titulado 'Del que tiene muchos libros' donde Petrarca escribe un “Diálogo entre el Gozo y la Razón”

GOZO.- ¡Tengo libros que son una gran ayuda para aprender!

RAZÓN.- Mira que esso que tienes por ayuda no sea impedimento, que como la mucha gente de guerra estorvó a muchos la victoria, assi los muchos libros a muchos fueron estorvo para el aprender. E assi de la sobra les vino la falta, como suele acaescer. Digo que los muchos libros, si sin trabajo se pueden haver, que no se deven menospreciar, mas guardar para usar los mejores e mirar que los que, con el tiempo, podrían aprovechar, tomados sin razón no dañen.

GOZO.- ¡Tengo muchos e diversos libros!

RAZÓN.- La diversidad de los caminos, muchas vezes, engañan al caminante, y el que por un solo camino yva cierto, dudo en dos, y mucho más en tres o quatro. E assi al que solo libro pudiera aprovechar, sin provecho revolvió muchos. La diversidad de las cosas es difficil a los que aprenden; a los ya enseñados poco les basta, e lo demasiado a los unos e a los otros es importuno: verdad es que los más rezios hombres suffren mejor la carga.

Salud
Francesc Cornadó

Higinio dijo...

Estoy de acuerdo.
Y como dice Zaid se trata de "creer o no creer" en la influencia de los libros.
Esclarecedor el texto de Petrarca.

Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.