martes, 25 de junio de 2013

Advertencia

Hubert Sattler. Pirámides de Gizeh (Siglo XIX).

Un comerciante de Coblenza realizó el pasado año el sueño de su vida de visitar las pirámides de Gizeh y, después de haber visitado esas pirámides, tuvo que calificar esa visita de la mayor decepción de su vida, lo que comprendo porque también yo estuve el pasado año en Egipto y me sentí decepcionado, sobre todo, por las pirámides. Sin embargo, mientras que yo superé muy rápidamente mi decepción, el comerciante de Coblenza se vengó de su decepción haciendo publicar anuncios durante meses enteros y de páginas enteras en todos los periódicos importantes de Alemania, de Suiza y de Austria, en los que advertía a todos los futuros visitantes de Egipto en contra de las pirámides, sobre todo de la famosa pirámide de Keops, que lo había decepcionado profundamente, más aún que las otras. En esos anuncios que él mismo llamaba antiegipcios y antipiramidales, el comerciante de Coblenza se gastó en plazo brevísimo su fortuna, precipitándose en un infortunio total. Como es natural, sus anuncios no tuvieron en los viajeros a Egipto el efecto que esperaba, al contrario, la cifra de los que en este año han visitado Egipto se ha duplicado con respecto a la del año anterior.

Traducción de Miguel Sáenz

El imitador de voces
Thomas Bernhard

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Se arruinó el comerciante de Coblenza, su infortunio no deja de ser otra maldición más de las pirámides.
Salud
Francesc Cornadó

Higinio dijo...

La enseñanza que nos deja el comerciante de Coblenza es que no debemos idealizar en demasía ninguna cosa.

Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.