jueves, 13 de junio de 2013

Diógenes

Paride Pascucci. Diógenes y Alejandro.

Las varias anécdotas que ponen a Diógenes frente a un rey o un tirano -Filipo, Perdica, Antípatro, o Alejandro- expresan bien, mediante la contraposición y la réplica coloquial, la independencia y la libertad del filósofo. Sin duda, la más famosa de ellas es la del encuentro de Alejandro y Diógenes en Corinto. A la pregunta del joven Alejandro: "¿Qué quieres de mí?", responde el indolente Diógenes, sentado junto a su tinaja, en tono tranquilo: "Que te apartes un poco y no me quites el sol"": Un bon mot, cierto. "De no ser Alejandro, habría querido ser Diógenes", se cuenta que habría dicho el gran macedonio, en este u otro lance. Uno y otro representan dos tipos del máximo individualismo, ambos por encima de las convenciones de la gente y de la época.

La secta del perro (1987)
Carlos García Gual

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