sábado, 28 de septiembre de 2013

Ubi rugiunt leones

Jean Léon Gerôme. Quarens Quem Devoret, 1888.

El polvo arrebata a San Macario
y a los conventos coptos.
Sueño la lluvia verde,
el verde musgo en la alberca.

Hay un bosque petrificado
en las tierras de Etiopía
(antes Abisinia o Barr Adjam).
El nombre de Rimbaud debí leerlo
en los fétidos muros de Harrar
o en una columna de Luxor.
Vuelvo el rostro al gran desierto,
a la lengua litúrgica ortodoxa.
Todavía más lejos, "ubi rugiunt leones".

El duque de Portland sale a la calle (1988)
Juan Perucho

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Este poema es precioso. Críptico, como casi toda la obra de Perucho. Soy de la opinión que hay que sumergirse en el sortilegio de la forma para comprender el sentido de "los jardines botánicos"
Salud

Higinio dijo...

Ese lugar donde "ubi rugiunt leones" cautivó a Rimbaud. En Abisinia se dedicó a variados negocios (algunos oscuros) y nunca recuperó el hábito perdido de la escritura. Cambió una manera de vivir por otra.

Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.