jueves, 17 de octubre de 2013

Crónica 31

Antal Ligeti. Oasis, 1862.

Viajar por esas tierras en que la civilización no anda lo mismo, ni ve lo mismo que en Europa, es uno de mis sueños. Presumo que recorrerlas me parecería vivir en otras épocas y en otra humanidad. Pierre Loti sin ser un sabio, es un gran sabio. El no lee, viaja. No se entrega a la molicie de las grandes ciudades: corre a los países exóticos, a los de porcelana esmaltada, a los de polvo de oro sobre cal blanca, a los que marchan sobre dorsos de elefantes, a los que tienen desiertos inmedidos y ojos insondables. En las grandes capitales procura vivir rodeado de perfumes extraños, vistiendo para sí, no para los demás, telas de pueblos muy remotos. Así persigue, sin descanso, su "Fantasma de Oriente", ese fantasma que perseguimos casi todos, unos con la cara vuelta hacia el punto por donde sale el sol; otros, hacia las oscuridades y tristezas de Poniente.
¡Oriente!... Sin duda allá nacimos hace siglos.
15 de julio de 1894
Crónicas de Puck
Manuel Gutiérrez Nájera

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