Aimé Sacrez. Kyoto.
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A un conocido poeta japonés le preguntaron cómo se compone un poema chino.
-El poema chino habitual tiene cuatro versos -explicó-. El primero contiene la fase inicial; el segundo verso, la continuación de esa fase; el tercer verso gira sobre ese tema e inicia uno nuevo, y el cuarto une a los tres primeros. Una canción popular japonesa lo ilustra:
Las hijas de un mercader de seda viven en Kyoto.La mayor tiene veinte años, la menor dieciocho.
Un soldado puede matar con su espada.
Pero esas muchachas matan a los hombres con sus ojos.
Traducción de Jordi Fibla
101 cuentos zen
Nyogen Senzaki, Paul Reps
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