martes, 9 de junio de 2015

Regla de San Benito

Alexandre Cabanel. Monje.

Si los monjes deben tener algo propio

Por encima de todo, en el monasterio ha de cortarse de raíz el vicio de que alguno se atreva a dar o tomar alguna cosa sin permiso del abad, ni tener nada de su propiedad, absolutamente cosa ninguna, ni siquiera un libro, ni unos cuadernos, ni una pluma, ni nada en absoluto, como conviene a los que ni siquiera tienen voluntad propia sobre sus cuerpos y sus albedríos, sino que todo deben esperarlo del padre del monasterio, sin poder tener nada que no les haya dado o permitido el abad. Y que todas las cosa sean comunes a todos, como está escrito, sin que nadie diga o pretenda que algo es de él sólo.
Y si se encontrara a alguno que se deleita en este detestable vicio debe amonestársele una y otra vez y castigársele si no se enmienda.

Versión de Antonio Linage Conde

Regla de San Benito
San Benito (480-547)

2 comentarios:

Fackel dijo...

Luego...todos deben ser uno: la voluntad del abad. Fantástica alienación. Aunque la idea de que todo sea de todos sin que nadie pretenda que algo solo sea de él resulte atractiva y teóricamente bonita, el hecho de la fiscalización por parte del abad y de la organización que hay detrás ya dice a quiénes pertenecen realmente las vidas y los bienes, de monjes y no monjes. Así creció la Iglesia en poder: facilitando la pobreza de muchos en beneficio de minorías. Una vieja historia.

Higinio dijo...

Aunque la "Regla de San Benito" se escribió hace más de medio siglo para regular la vida en los monasterios benedictinos,como bien dices, pocas cosas han cambiado desde entonces, el poder y la riqueza lo disfrutan unas pocas manos. Y así seguimos por los siglos de los siglos.

Un fuerte abrazo, amigo Fackel