Alejandro Jodorowsky. El tesoro de la sombra.
103
Amarras
—¡Maestro, no sé lo que yo haría sin mí!
—Serías maestro.
191
El perezoso
Año tras año el viejo monje tibetano, en su nevado retiro, hacía girar, dormitando, su molino de rezos. Impulsado por una mano fláccida, el grueso cilindro giraba y giraba enviando hacia el cielo la vibración de sus letras sagradas. Como Dios premia los esfuerzos y no la pereza, cuando llegó la hora de la muerte, ofreció el cielo al molino de rezos y sumió en el infierno al monje.
Alejandro Jodorowsky
2 comentarios:
Una transferencia dantesca confundió las esferas del Infierno con las del Paraíso.
Saludos
Francesc Cornadó
El mundo está lleno de equívocos. Tantos como aciertos. Hay que tener presente que nuestras equivocaciones nunca son tan preocupantes como las de los demás...
Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.
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