Imre Kertész. Diario de la galera.
Si conocemos nuestras costumbres no estaremos tan perdidos.
¿El sueño de quién estoy viviendo? ¿La lengua de quién estoy hablando?
A veces el genius loci se apodera de mí de tal forma que paso meses sentado junto a la mesa, con los brazos caídos y la cabeza inclinada.
No existe personaje más novelesco que el hombre que piensa. Pensar no es solamente peligroso para uno mismo y la comunidad, no es sólo una pasión que sustituye las otras, una aventura más arriesgada que todas las aventuras, algo interior mucho más singular que la fe, sino para colmo algo muy poco habitual.
Ningún gran descubrimiento posee valor suficiente para que abandonemos nuestro hábitos cotidianos.
Diario de la galera (1992)
Imre Kertész
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