jueves, 9 de noviembre de 2017

Las Gracias

Jean-Étienne Liotard. La Tres Gracias (1737).

Compañeras y amigas de Venus, la diosa de la hermosura le debían el encanto y el atractivo que aseguraba su triunfo. Los antiguos esperaban los más preciosos bienes de estas divinidades bienhechoras. Su poder se extendía a todas las delicias de la vida. Ellas dispensaban a los hombres no sólo la buena gracia, la igualdad de humor, la facilidad de los modales y todo cuanto derrama la felicidad en las sociedades, sino también la liberalidad, la elocuencia, la sabiduría. La más preciosa de todas sus prerrogativas era la de presidir a las buenas acciones y al reconocimiento. Crisipo nos ha transmitido la opinión de los antiguos sobre sus atributos, y nos ha revelado los misterios que ocultaban estos mismos atributos: «Se llamaron en su origen Carites, nombre derivado de una palabra griega que significa alegría, para indicarnos que, sin olvidar los placeres, debemos hacer beneficios y reconocer a los que nos los hacen. Eran jóvenes, para enseñarnos que la memoria de un beneficio no debe envejecer jamás: vivas y ligeras, para hacer conocer que es menester obligar con prontitud, y que un beneficio no debe hacerse esperar. Así los griegos acostumbraban decir que una gracia que viene lentamente, deja de serlo; lo que explicaban con un juego de palabras, frivolidad que no disgustaba a los griegos. Eran vírgenes, para dar a entender 1) que, al hacer el bien se deben tener intenciones puras, sin lo cual se corrompe el beneficio; 2) la inclinación al bien debe ir acompañada de prudencia y retención. Por esta segunda razón, viendo Sócrates un hombre que prodigaba los beneficios sin distinción a todos los que venían: ¡Los dioses te confundan! exclamó. Las gracias son vírgenes y tú las conviertes en cortesanas. Se tienen de las manos para indicar que por medio de los beneficios mutuos debemos estrechar los vínculos de nuestra unión recíproca. En fin, danzan en círculo para enseñarnos que debe haber una circulación de beneficios entre los hombres: y además, por medio del reconocimiento, el beneficio debe volver naturalmente al lugar de donde ha salido».

Traducción de Edicomunicación, S. A.

Diccionario de Mitología Universal
J. F. M. Noël

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