viernes, 26 de octubre de 2018

Gramática fantástica

Lowell Herrero. Vaca entre girasoles.

De cómo una vaca pinta ocupa la cátedra 
de literatura española en la universidad

Un vaquero del rancho "Quijano", encargado de darle pienso al ganado (llenar los bebederos de agua y los comederos de granos y paja) dejó un día, precisamente sobre los forrajes que acababa de servir, su ejemplar de Don Quijote que leía en sus cortos ocios y regresó a la casa del rancho sin reparar en el olvido. En el corral la vaca pinta, engullendo la pastura, mordió las hojas del libro y en el bolo alimenticio se mezcló el genio de Cervantes. A la vaca le supo tan bien que no cesó de rumiarlo horas y horas. Con tanta lectura tragada y digerida, es natural que la vaca pinta participara, a poco, en la oposición para ocupar la cátedra de literatura española que ahora sustenta.

Gramática fantástica (1983)
Raúl Renán

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Ingenioso y mordaz Renán. Qué bien funcionarían muchas cátedras si sus titulares hubiesen digerido algunas obras clásicas.
Saludos
Francesc Cornadó

Higinio dijo...

Sin ninguna duda. Y en la vida cotidiana también.

Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó