Pablo Neruda. El mar y las campanas.
Todos me preguntaban cuándo parto,
cuándo me voy. Así parece
que uno hubiera sellado en silencio
un contrato terrible:
irse de cualquier modo a alguna parte
aunque no quiera irme a ningún lado.
Señores, no me voy,
yo soy de Iquique.
soy de las viñas negras de Parral,
del agua de Temuco,
de la tierra delgada,
soy y estoy.
Esperemos
Hay otros días que no han llegado aún,
que están haciéndose
como el pan o las sillas o el producto
de las farmacias o de los talleres:
hay fábricas de días que vendrán:
existen artesanos del alma
que levantan y pesan y preparan
ciertos días amargos o preciosos
que de repente llegan a la puerta
para premiarnos con una naranja
o para asesinarnos de inmediato.
El mar y las campanas (1973)
Pablo Neruda
No hay comentarios:
Publicar un comentario