martes, 19 de noviembre de 2019

Paraíso

Enrique Anderson Imbert. El gato de Cheshire.


En un convento a orillas del río Gihón vivían tres monjes que eran grandes amigos de Dios: Teófilo, Sergio e Higinio. Un día se estaban bañando y vieron flotar en la corriente una rama de árbol, espléndidamente florida. Decidieron remontar aguas arriba hasta llegar al lugar sagrado de donde la rama debía proceder. Llegaron así al Paraíso y un ángel abrió la puerta. Se sintieron tan arrobados ante lo que veían que pidieron que les dejaran visitar esa maravilla, siquiera durante una semana.
—¡Cómo! ¿Qué queréis quedaros siete días? ¡Si ya lleváis aquí setecientos años! Cuando regreséis a la tierra todo habrá cambiado: nuevas ciudades, nuevas leyes, nuevos príncipes, nuevo lenguaje. Si queréis daros a conocer todo lo que tendréis que hacer es explicar a quienes os lo pregunten que sois los mismos monjes sobre los que Godofredo de Viterbo está escribiendo en este mismo momento, como cosa que ocurrió hace siete siglos.

El gato de Cheshire (1965)
Enrique Anderson Imbert

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