martes, 26 de noviembre de 2019

Sin trama y sin final

Antón P. Chéjov. Sin trama y sin final.

Escribir para los entendidos

Entre otras cosas, estoy escribiendo un relato largo que saldrá probablemente en El Mensajero del Norte. Es una novela corta en la que me ocupo de la estepa, de su gente, de sus aves, de sus noches, de sus tormentas, etc. Escribo a buen ritmo, pero, al no estar acostumbrado a las narraciones largas, temo equivocar el tono, cansarme, no decir todo lo que debo y no ser lo suficientemente serio. Hay muchos aspectos que ni la crítica ni el público entenderán; otros les parecerán fútiles, indignos de atención, pero me alegra pensar que esos mismos puntos serán comprendidos y apreciados por dos o tres entendidos de la literatura; con eso me basta. En conjunto mi pequeña novela no me satisface. Se me antoja farragosa, aburrida y demasiado especializada. A los lectores modernos un tema como la estepa, con su paisaje y su gente, les parecerá demasiado específico y poco significativo. 

(A Yákov Polonski, Moscú, 18 de enero de 1888).

Qué no escribir

Dios mío, no permitas que juzgue o hable de lo que no conozco y no comprendo.

Sin trama y sin final

Me congratulo de tu debut en Tiempo Nuevo. Pero ¿por qué no has elegido un tema serio? La forma es óptima, pero los personajes son acartonados; además, el tema es insulso. En quinto curso de instituto se puede pretender algo más... Toma algo de la vida real y cotidiana, sin trama y sin final.

(A Aleksandr Chéjov, Babkino, 16 de junio de 1887).

Limar, pero no demasiado

No pulir, no limar demasiado; hay que ser desmañado y audaz. La brevedad es hermana del talento.

(A Aleksandr Chéjov, Moscú, 11 de abril de 1889).

No lo que he visto, sino cómo lo he visto

Lo he visto todo; no obstante, ahora no se trata de lo que he visto, sino de cómo lo he visto.

(A Alekséi Suvorin, Vapor Baikal, Estrecho de Tartaria, 11 de septiembre de 1890).

Tachar sin piedad

Mi alma está llena de pereza y de un sentimiento de libertad. Es la sangre que bulle al acercarse la primavera. Y sin embargo, estoy trabajando. Preparo el material para mi tercer libro y tacho sin piedad. Es extraño: ahora tengo la manía de la brevedad; nada de lo que leo, mío o ajeno, me parece lo bastante breve.

(A Alekséi Suvorin, 6 de febrero de 1889).

Policía literaria

No existe una policía que pueda considerarse competente en cuestiones literarias. Sí, estoy de acuerdo, es imposible no recurrir al freno y al bastón, ya que los bribones se entrometen también en la literatura; pero, por mucho que se haga, será imposible encontrar para la literatura una policía más eficaz que la crítica y la conciencia personal del autor.

(A María Kiselova, Moscú, 14 de enero de 1887).

Traducción de Víctor Gallego Ballestero

Sin trama y sin final
Antón P. Chéjov (1860-1904)

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