viernes, 13 de diciembre de 2019

Winesburg, Ohio

Sherwood Anderson. Winesburg, Ohio.

El libro de lo grotesco

Al principio, cuando el mundo era joven, había una gran cantidad de ideas; pero no se conocía lo que se llama la verdad. Eran los hombres los que se construían las verdades, y cada verdad estaba compuesta de una gran cantidad de pensamientos difusos. Las verdades se hallaban por todo el mundo, y todas eran hermosas.
Nuestro anciano había anotado en su libro centenares de verdades. Yo no voy a repetirlas todas. Allí estaba la verdad de la virginidad y la verdad de la pasión, la verdad de la riqueza y la verdad de la pobreza, de la mesura y del despilfarro, del esmero y del abandono. Las verdades se contaban por centenares y todas eran hermosas. 
Entonces apareció la gente. Cada persona que aparecía cogía una de las verdades; había personas de mucha fuerza que se apoderaban hasta de media docena.
Lo que hacía grotescas a las personas eran las verdades. El anciano exponía una intrincada teoría a propósito de esto. Sostenía que en el momento mismo en que una persona se apropiaba de una verdad, la llamaba su verdad y se esforzaba por adaptar a ella su vida, se convertía en un ser grotesco, y aquella verdad a la que se había abrazado se tornaba mentira.

Traducción de A. Ros
Revisión de la traducción de Eduardo Rodríguez

Winesburg, Ohio (1919)
Sherwood Anderson

No hay comentarios: