miércoles, 15 de enero de 2020

El trabajo intelectual

Jean Guitton. El trabajo intelectual.

Capítulo II
La preparación del trabajo

III
Afinidad de lugares, vecindad de seres

Al ordenamiento del tiempo corresponde el del lugar y el de la vecindad.
Basta con interrogar para advertir, en esta materia, la diferencia de costumbres. Unos necesitan una atmósfera superpoblada de libros, de documentos y de un desorden en el cual, como decía Hugo, su inspiración se "encarama". Otros no tienen menos necesidad de un orden en el que tienen mucho que ver la privación y el vacío, y no se dispone sino de los necesario. Hay quienes, como Rilke, necesitan una habitación pequeña, monástica, y un espectáculo insignificante que los sumerja en su interior; y quienes, por el contrario, como ocurre con Sertillanges, se complacen en la extensión, en las montañas o el mar.
La preparación del trabajo implica una morada y, más aún, una atmósfera.
Creo que el primer cuidado, en este sentido, debe ser el de encontrar un refugio, un rincón, un escondrijo, y esto puede obtenerse hasta en la prisión. Ordenar la guarida, Elegir una habitación tal que todo en ella sea calma e incitación. Si está arreglada con lujo, que no sea a expensas de la sobriedad. Si en la pobreza, que sea una pobreza plena de símbolos. "No toleres cerca de ti", aconsejaba Ruskin, "nada que no te sea útil o que no encuentres bello". Esta regla, aplicada a una habitación de trabajo, enseña a condenar muchas cosas.

Traducción de Celia Pereira y Carlos A. Duval
Revisión de Carlos Rovetta

El trabajo intelectual (1951)
Jean Guitton 

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