sábado, 21 de noviembre de 2020

Eothen

Ilustración de Eduardo Feito.

2. Viaje por tierras turcas

Llevábamos cabalgando dos o tres horas y la agitación y bullicio del viaje inicial habían cesado. La vivacidad de nuestra reducida tropa se había evaporado junto con el día agonizante, y cerraba ya la noche cuando entramos en el gran bosque servio, que debíamos cruzar en una longitud de más de cien kilómetros. A ambos lados los altos robles, en hileras compactas, se alzaban interminables, sombríamente erectos por encima de nosotros, torvos como un ejército de gigantes con la paga atrasada de mil años. Con el oído bien atento, nos esforzábamos por captar alguna noticia del interior de ese mundo selvático, algún movimiento de animales, el chillar de algún pájaro nocturno, pero todo estaba en silencio, exceptuando la voz de las cigarras que poblaban cada mata, llenando las profundidades del bosque del mismo susurro infinito, más monótono que el mismo silencio.

Traducción de Juan Carlos Silvi

Eothen (1844)
Alexander W. Kinglake 

No hay comentarios: