Goethe. Poesías.
Epigramas
6
Cuando veo al peregrino no puedo dominar nunca las lágrimas.
¡Oh, qué felices nos hace a las personas una idea equivocada!
10
¿Por qué se comporta el pueblo así y grita? Quiere alimentarse,
engendrar hijos y darles como pueda de comer.
¡Fíjate bien en esto, viajero, y haz en casa lo mismo!
A más no llega ningún hombre, por mucho que aparente.
35
¿Qué es la vida de un individuo? Pero miles de personas pueden
hablar sobre el hombre, lo que ha realizado y cómo.
Menos aún es un poema; pero miles de personas pueden disfrutarlo
o criticarlo. ¡Amigo, sigue viviendo, sigue escribiendo poemas!
65
¿Tan misterioso secreto son Dios, el hombre y el mundo?
¡No! Mas nadie desea conocerlos, y sigue, por tanto, el secreto.
92
Di, ¿de qué modo vives? ¡Vivo! Y aunque cientos y cientos de años
se concedieran al hombre, desearía el mañana como el hoy.
98
Pobre y sin vestidos estaba la muchacha cuando la hice mía.
Gustóme entonces desnuda, y así sigue gustándome ahora.
Traducción de Alfonsina Janés
Poesías
Johann Wolfgang Goethe (1749-1832)
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