![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgSIYi08kdZ-cwTcc95zW6KsUltkYOe0VzoWSaQooUs0TGwuLPk18OMhNnOljPUwt9aq2ikbhTx-bElMBAhSMrt98fcaITjtp5_R_MslpvVDMSDgrwZ7nlep1CAMWMxfnMhBHyBM2m9-Y/s280/armstrongflylapelirroja.jpg)
Cuando la destrucción entra en el corazón, al principio parece un grano de arena. Es como una jaqueca, una indigestión leve, un dedo infectado; pero pierdes el tren de las ocho y veinte y llegas tarde para solicitar un aumento. El viejo amigo con quien vas a comer de repente agota tu paciencia y para mostrarte amable te tomas tres copas, pero el día ya ha perdido forma, sentido y significado. Para recuperar cierto propósito y belleza bebes demasiado en las fiestas y te propasas con la mujer de otro, acabas por hacer algo tonto y obsceno y a la mañana siguiente desearías estar muerto. Pero cuando tratas de repasar el camino que te ha conducido a esta abismo, sólo encuentras un grano de arena.
Diarios
John Cheever
Cuando Cheever se ponía a escribir un cuento decía a su esposa e hijos: "De acuerdo, me voy de viaje,dejadme solo, vuelvo en dos o tres días". De esos "viajes" volvía con tesoros maravillos. De entre todos, el relato que más he releído y no termina de cansarme, es "El nadador". De él se hizo una excelente película, de igual título, que no le va a la zaga al texto.
ResponderEliminarEse relato es una preciosidad, nos hace siempre pensar si el sentido que hemos dado a nuestra existencia, es impuesto o elegido o a medias.
ResponderEliminar