Esta muchacha que parece liberada señorita de compañía cena sola acepta mi mirada distrae un gesto hacia el oeste mientras descansa el rabillo del ojo en mi deseo no es Rebeca ni ha dejado a su tirana dueña en un sopor de vieja millonaria impertinente simplemente espera a un marido lento joven bello alto displicente que al fin llega y ni siquiera me concede la cortesía de la sospecha. "Pero el viajero que huye" Manuel Vázquez Montalbán
A toda/os los solitaria/os.
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