Un muro rosa, y un geranio mece,
bajo el azul, su roja flor sedienta,
y trepa una morada buganvilia.
Un vuelo abierto de palomas blancas
llevan la luz del aire a las palmeras.
Si estoy en Marrakech, me sueño en Elca.
Si en Denia estoy, me alejo hasta Essauira.
El otoño de las rosasFrancisco Brines
Parece que estoy viendo ese muro, el geranio y la buganvilia que trepa..., me encanta la poesía de Francisco Brines, también anda su poesía por mi blog.
ResponderEliminarSaramago y ahora Monsivais: ¡qué tristeza!
Tienes razón, amiga Sureando,es triste la pérdida de dos excelentes pensadores y escritores como Monsivais y Saramago.Nos queda su obra.
ResponderEliminarNos lo dice Hipócrates con su aforismo:
"Ars longa, vita brevis"
He enlazado este poema de Brines al que has puesto en tu maravilloso blog.
Un abrazo, amiga Beatriz.