Encontrar muchos cuentos que uno nunca ha leído o adquirir el segundo volumen de una obra cuyo primer volumen uno ha disfrutado. Aunque a menudo uno queda defraudado.
Alguien ha roto una carta y la ha tirado. Recogiendo las partes, comprobamos que muchas pueden juntarse.
Alguien ha roto una carta y la ha tirado. Recogiendo las partes, comprobamos que muchas pueden juntarse.
Busco un objeto que necesito enseguida y lo encuentro. Otras veces hay un libro que necesito ver inmediatamente. Revuelvo todo de arriba a abajo y ahí está. ¡Qué alegría!
Cuando uno participa en un concurso de objetos (1) ¿cómo no alegrarse cuando se gana?
Cuando uno participa en un concurso de objetos (1) ¿cómo no alegrarse cuando se gana?
Entrando en la habitación de la Emperatriz cuando las damas de honor se arremolinan a su alrededor en un apretado grupo, me apoyo en una columna que está un poco lejos. ¡Qúe alegría cuando la Emperatriz me llama a su lado y las otras me abren camino!
(1). Juegos de adivinanzas para descubrir objetos.
Traducción y notas de María Kodama y Jorge Luis Borges.
El libro de la almohada
Sei Shonagon
Qué chulada Higinio.
ResponderEliminarSiempre es un lujazo tus selecciones.
En el juego de los objetos se pueden encontrar corazones sufrientes y corazones enamorados y bellos cuentos.
ResponderEliminarSalud
Francesc Cornadó
Muchísimas gracias por tu amable comentario, amiga Carmensabes.
ResponderEliminarTu blog si que es un lujazo.
Un fuerte abrazo, amiga Carmensabes.